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HISTORIA

Los orígenes del club, nuestros sueños.

El barrio.

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QUIENES SOMOS

Los que llevamos al club en el

corazón, directiv@s, personas que colaboran y profesor@s del club.

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PROYECTOS

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Eventos especiales.

HISTORIA

HISTORIA

del libro "100 Clubes de Barrio. Historias de la Vida Social y Deportiva". Mar del Plata (1940 – 1970)

AUTORES: RAMIREZ, SEBASTIÁN – FERRER, EDUARDO JOSÉ – BORRELLI, ARIEL

 

78. Club Social y Deportivo Nueva Pompeya

§ Ubicación: avenida Libertad 3881

§ Colores identificatorios: rojo y blanco

§ Fecha de fundación: 19/07/1942

§ 1° presidente: José Miguel Ramírez

 

“En tu mezcla milagrosa de sabiondos y suicidas Yo aprendí filosofía, dados, timba y la poesía… Me diste en oro un puñado de amigos… Sobre tus mesas que nunca preguntan, lloré una tarde el primer desengaño...” Cafetín de Buenos Aires. Letra de Enrique Santos Discepolo y Música de Mariano Mores (RCA Victor - 1948)

 

Independiente y Racing, los dos vecinos más reconocidos de “Avellaneda”, tienen una particular circunstancia geográfica, la situación de cohabitación es tan clara que, en apenas doscientos metros, tienen alojados sus estadios: el “Libertadores de América” y el “Cilindro”. Mar del Plata encierra también historias comunes, ni qué hablar el barrio “La Perla” y el micro reducto que se bautiza Pompeya. En la avenida Libertad y Funes se hallaba el Centro Juventud Católica; apenas 100 metros antes, casi pegado a la esquina de la calle Guido, se asoma la sede del Social y Deportivo Nueva Pompeya. Entre los dos, no existió nunca rivalidad alguna pese a ser contemporáneos, además de compartir la geografía que los rodeaba.

Hermoso club de barrio que hoy, en base a un enorme sacrificio de la nueva comisión, busca resurgir de las cenizas. Por años cerrado, sin actividad alguna y ocupado, según el relato vecinal, fue recuperado por los que sueñan, con un lugar de reunión y amplia participación de la comunidad. Actividades sociales, clases de danzas y artes marciales, un espacio para jóvenes con capacidades diferentes, y un “buffet” que atrae con propuestas económicas, son el puntapié de inicio para recuperar el prestigio del “Rojo”. Todo tiene una historia, como esa añeja secretaría que hoy está siendo reparada y que, entre copas y fotos como mudos testigos de epopeyas deportivas, trajo las mejores anécdotas de sus protagonistas. Roberto Mauriz, socio fundador y ex presidente, fue aquel que ilustró con sus sabios años, la rica trayectoria de la institución, acompañado por dirigentes que le retacean tiempos a su trabajo para seguir manteniendo las instalaciones.

Preside la pared central de la oficina, la foto del primer presidente, José Ramírez, uno de los muchachos del barrio que se juntaba en el bar situado en la esquina diagonal con la entidad. Allí se encuentra hoy el comercio de indumentaria al aire libre (propiedad de Leticia, que colabora con el Pompeya). “Los pibes jugábamos al tiragol y soñábamos con tener nuestro propio club. Primero éramos un equipo de fútbol del barrio, pero fuimos juntando unos pesos, hasta que logramos señar el terreno y después comprarlo.” (Mauriz, R., 2019). Entre otros, se reunían, además de los mencionados, Aníbal Grossi, Roberto y Raúl Ramírez, Héctor Gómez, Marcos El Sanmut y tantos otros. El propietario del lote también formaba parte del equipo, así que las condiciones de venta resultaron bastante favorables.

Llamó la atención una foto desteñida, pero muy cercana a la anterior, que corona la pared principal; difícil distinguir de lejos quiénes son los protagonistas, aunque una mirada cercana y los atuendos artísticos de los sujetos que allí quedaron retratados, rápidamente permite su identificación. Es que los clubes de la época tenían tanto de deportivos como vital era su actividad social: los festivales, el carnaval, la kermesse y el tango, además de los juegos de salón, fueron una costumbre cotidiana en esos reductos. En la temporada del año 1974, se presentaron en Pompeya, glorias de la música rioplatense como el maestro Mariano Mores, Eliane René Scchiani (conocida como Beba Bidart), y un juvenil Guillermo Fernández.

Una de las primeras actividades del “Rojo” fue el ciclismo, que se desarrolló durante años, de manera libre, pero que en 1953 se profesionalizó al ingresar a la Federación Mar y Sierras. El acontecimiento pareció tan relevante que fue comentado por la mayoría de los medios de comunicación de la época: “Después de casi 20 años de haber practicado ciclismo libre, ha solicitado su afiliación a la Asociación Ciclística Regional Mar y Sierras, el Club Social y Deportivo Nueva Pompeya, no dudamos que esta noticia va a causar suma alegría a todo el ambiente ciclístico local.” (Diario El Atlántico, 23 de octubre de 1953). Se anunció un festival para la despedida de los certámenes de corredores libres denominado la “Doble Comandante Nicanor Otamendi”, con el trofeo en juego de “Marpla- Cycles” y otra competencia, para iniciar la era federativa, “Doble Tandil”, dividida por etapas.

En el ambiente futbolístico, durante 1961 Pompeya casi dio la gran sorpresa al terminar en la primera colocación, la rueda inicial del torneo de segunda división “B”, dirigido por Dorada, y alcanzando los 15 puntos. En la última fecha venció a El Cañón, en el estadio “General San Martín”, por 1 tanto contra 0, alineando a Fernández en el arco; Di Sarro y Vignola; en el medio juego Rodríguez, Villa y Romero; adelante Héctor Castro, Nelio Pérez, Héctor Liberatore, Ricardo Bescós (autor del gol) y Corizzo. Cadetes, Ministerio y Deportivo Camet fueron los escoltas en dicha rueda, y completaban el campeonato Argentinos del Sud, Colegiales, Los Andes, Florida y el mencionado Cañón. Sin embargo, no tuvo la misma suerte en las revanchas posteriores.

Un año después, la renovación de autoridades otorgó la presidencia a Arturo Labra, acompañado en la vicepresidencia por Marco El Sanmut, Héctor Corizzo de secretario y Aníbal Grossi como tesorero. Antonio D’elía hizo las veces de delegado ante la Liga de Fútbol. Ese año, al igual que en 1961, la posibilidad del ascenso se le negó sobre el final, esta vez, a manos de San José, luego de tres reñidos encuentros. La recaudación del trío de partidos superó, en todos los casos, los 30.000 pesos, una cifra muy crecida para las finanzas de la época, y que retrató la importancia de estas finales. Al elenco del año anterior, se habían agregado Pedro Aiello, capitán del equipo, Mario Vega (expulsado en la última final), Aníbal Grossi y el técnico Juan Próspero.

En el año 1962 se desarrolló una de las carreras más destacadas del ciclismo vernáculo por aquellos tiempos, la cuarta “Clásica Nacional Doble Tandil”, con 340 kilómetros de recorrido, realizando uno de los tramos el 29 de diciembre, y el retorno al día siguiente. Diversos premios beneficiaron a los que triunfaron: 60.000 pesos en premios para el ganador, trofeo “Intendencia Municipal” para el ganador del embalaje, una bicicleta “Nerón” para el mejor pedalista marplatense y el especial “Hispano–France” para el ganador de cada etapa, además de ser auspiciada por tubulares “Criterium” y el diario “El Atlántico”. El historial de la prueba los tuvo como triunfadores a Bruno Sivilotti en 1959, en 1960 a Federico Cortez, y a Victorio Vicentín en 1961. De todas maneras, el sueño más relevante de la historia del Pompeya comenzó a tener vía libre por aquel año: José Ramírez, el primer presidente, y otros socios relevantes, conformaron la comisión encargada de la construcción de la sede en el lote que ya poseían. El relato cronológico, pero también las postales descubiertas en la añeja y revitalizada secretaría, permitieron observar una copa que no perdió el brillo de los años. La misma fue la prueba testimonial del acontecimiento deportivo más grande en su historia: el campeonato de segunda división “B” de la Liga Marplatense de Fútbol.

“… el logro del ascenso a la Primera División B, fue celebrado jubilosamente en una zona donde pese a su modestia, Nueva Pompeya es tradicional. Antes del partido, las calles adyacentes a la cancha de Alvarado se poblaron de vehículos engalanados con banderines rojos y blancos, presagiando la conquista. Una tribuna compacta, donde pareció haberse dado cita toda la barriada, se vistió con los mismos colores y, desde el comienzo, alentó al grito de ¡Pom… Pom… Pompeya Campeón!” (Diario La Capital. 20 de octubre de 1968)

La actividad deportiva del club no terminó en el fútbol y el ciclismo, aprovechando las virtudes del estadio “Bristol”, se animó a organizar veladas de box, con interesantes propuestas pugilísticas. La “Maratón del Ayer” fue un festival que reunió a glorias de la actividad, algunos valores jóvenes y contendientes más cercanos al retiro, pero todavía capaces de brindar espectáculo, como Rafael Merentino, Jorge Rizzo, Carlos Selva, Eduardo “Toscanito” García, Ubaldo Sacco y Fermín Chiquilito, entre otros.

Al cumplir 30 años, el club sufrió una crisis institucional que llevó a un gran número de socios a pensar seriamente la posibilidad de fusionarse con otra institución vecina, Deportivo Norte, que se hallaba separado tan sólo por 500 metros. La primera asamblea fue realizada por la institución norteña que, por amplia mayoría, resolvió de manera positiva la posibilidad de la unión entre vecinos; sin embargo, la situación en el Pompeya se solucionó de una manera diferente. Al observar el caudal de socios que tenía el aurinegro, se corrió serio riesgo que, en las futuras reuniones conjuntas, los representantes de dicha entidad llevaran la “voz cantante” por una simple cuestión de mayorías. Finalmente, el proyecto quedó trunco, y se decidió que la entidad de la avenida continuara su camino en solitario.

Algunos años después, entre fines de 1978 y comienzos de 1979, Centro Juventud Católica intentó fusionarse con el vecino del barrio. Cuando todo estaba acordado entre los socios del “Verde y blanco” e, incluso, con las autoridades del “Rojo”, una mayoría de simpatizantes de la asociación fue en contra del proyecto que quedó trunco, por entender que no se respetaba la identidad del club. Aníbal Grossi, por entonces mandatario de la institución de Libertad y Guido, explicaba así el proyecto “La idea fundamental consiste en agrupar a la juventud de la barriada y también a sus familias.” (Diario La Capital, 6 de febrero de 1979). El gimnasio de Juventud sería el epicentro de la actividad deportiva, mientras que la sede social estaría en la otra entidad.

La Asamblea conjunta desarrollada el 18 de febrero del año 79 no dio el resultado esperado porque los partidarios “Rojos” resultaron mayoritarios en el resultado y, a partir de allí, los clubes entraron en un estado de decadencia, que se acentuó con el paso del tiempo. En los primeros ciclos de la década del 80 dejó de existir “Católica” y su vecino naufragó durante más de 30 años. Mucho tiempo después, recuperó su sede, otra vez los socios de Nueva Pompeya, son los que intentan poner de pie una institución destacada del barrio.

quienes somos

QUIENES SOMOS

SARA BARRIONUEVO

Presidenta

ANA DEMARE

Secretaria

LETICIA SABBY

Tesorera

ELIO GARCIA

Revisor de Cuentas

JOSE CHUZA LEDESMA

Vocal

proyectos

PROYECTOS

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